EL FANTASMA COME-MIEDOS: ACTIVIDAD PARA TRABAJAR EL MIEDO EN EDUCACIÓN INFANTIL

El fantasma Come-miedos llega a la clase de "Los Globos".
¿Qué querrá?

Dentro de poco se celebra el Halloween en los países anglosajones y aquí en España esta tradición cada vez está calando más hondo. Al margen de los defensores y detractores, si en nuestro colegio, ya sea porque es bilingüe o sencillamente porque nos interesa, vamos a celebrar dicha fiesta, tenemos la oportunidad de trabajar los miedos de manera lúdica, dándoles un lugar en nuestra clase. Así se les va quitando importancia, se hacen explícitos y eso nos ayuda a ver que "no eran para tanto". Además así hacemos licito "el miedo" como emoción, pues sobre todo en los niños, parece que les está prohibido sentirlo y aprenden a ocultarlo, esto en el futuro les puede llevar a conductas violentas y/o depresivas.

Los miedos deben "airearse" y darles luz, deben aceptarse y atravesarse para seguir adelante.  Aprendemos qué miedos son los que tenemos y son útiles y los que no lo son y hemos de aprender a superar.

La experiencia:

El Fantasma Come-miedos apareció un día en la clase misteriosamente. Todos los peques se preguntaban qué hacía allí y yo les conté que a este fantasma le encantaba comerse los miedos de todos los niños y niñas. Cómo se los come: primero pensamos tranquilamente en qué cosas nos dan miedo y se lo contamos a los compañeros y compañeras. Hablamos aquí de las cosas que "deben dar miedo" como meter los dedos en el enchufe, así que el miedo sirve para algo, pero cuando le tenemos miedo a cosas que no son reales, nos hace daño. Esos son los miedos que se come el fantasma porque no los necesitamos.

Después escribimos y hacemos un dibujo sobre ello y finalmente le regalamos nuestros miedo al fantasma que se los lleva para comérselo... descubrimos entonces que, después de regalar los miedos nos sentíamos mejor y no nos asustaban tanto. 

Cómo se hace:

Pues es muy fácil, solo se necesita papel continuo, folios (queda más bonito si son de colores) y lápices. En el papel continuo hacemos el dibujo de uno o dos fantasmas, dependiendo del número de niños.

Variante:

 También podemos hacer un fantasma con una boca muy grande recortada, como un gran sobre, dentro del cual vamos introduciendo nuestros dibujos. Así no se pueden exponer pero sin duda es mucho más llamativo para ellos. De este fantasma no tengo la foto pero os dejo un esquema:

Actualización:

En mi última versión hice el fantasma con papel continuo. Le puse una boca de cartulina negra y también los ojos. Con un cutter corté la pestaña (como se indica en el dibujo, por la línea entrecortada). Puse por detrás dos folios A3, uno bajo otro haciendo un enorme sobre. Luego pegué la pestaña con fiso al sobre para que fueran fácil de meter los papeles ¡Y os aseguro que no hubo ningún problema! ¡Juzgar por vosotras mismas!

Así:

Parte trasera

Delantera (ver pestaña)

 Fue muy divertido darle los miedos al fantasma:

"Toma mis miedos, fantasma"

"¡El fantasma se está poniendo gordito!"

Pero aún hay más... porque a algunos peques aún le da un poco de miedo los fantasmas así que la semana que viene vamos a... ¡Tunearlo!
¡Ya os enseñaré el resultado!

SEGUNDA PARTE DEL FANTASMA: LO DISFRAZAMOS PARA QUE NO DE MIEDO

Lo prometido es deuda y aquí va la segunda parte de la actividad. El lunes siguiente puse al fantasma en la zona de la pared que he dejado para hacer murales, junto al rincón de ·"Las manitas" (de plástica). En el rincón del Alfagato (de grafomotricidad y lectoescritura) estuvieron haciendo prácticas de los adornos que podían poner y luego en el siguiente se lanzaban a poner adornos como les pareciera.

¡Lo pasamos muy bien y ya a nadie le da miedo el fantasma! Es más, sigue en la clase cuidando de la papelera.

Otras ideas:

Si os gusta el tema de los fantasmas podéis contar algún cuento o poema. Hay muchos divertidísimos. Mi favorito es el Fantasma Cataplasma, que había sido pirata y "tenía los ojos azules de tanto ver el mar", pero hay muchos más.

Os dejo también la poesía y esta presentación del Fantasma Cucufate de Carmen Gil, que me encanta: