LA CESTA VIAJERA LLEGA A LA CLASE DE LOS POLLITOS (1)

Hace dos años por pura casualidad y cosas de la Delegación terminé como maestra de Apoyo en un cole de San Juan del Puerto que recién se estrenaba y al que aquel año se le puso nombre: "Marismas del Tinto". Decir que desde el primer día me sentí en casa es decir poco: mis compañeros y el equipo del centro, magnífico y lleno de profesionales (empezando por su equipo directivo), pero incluso el AMPA, me lo pusieron muy fácil en un año complejo para mí por motivos personales. Quiero comenzar agradeciéndoles a ellos todo lo aprendido y lo compartido y la estrecha amistad que aún hoy mantengo con algunos de ellos porque me parece muy importante dejar claro que mucho de lo que sé y de las actividades que pongo en marcha son en cierto modo "herencia" de otras personas, de otras experiencias, de otros momentos. En Educación y especialmente en Infantil, las cosas funcionan así: nadie puede nombrarse dueña y señora de lo que hace, en realidad hay un acervo de experiencias que se comparten y superponen, de manera silenciosa y humilde, del que bebemos los profesionales de esta etapa, a través del cual se va consiguiendo, día a día, granito a granito, una práctica educativa más adecuada y motivadora.

La idea de la Cesta Viajera la descubrí en San Juan, de mis compañeros de 3 años (Juan José y María José). Yo la he hecho mía y le he dado mi propio toque (como tiene que ser) y a continuación os la cuento:

La Cesta Viajera es una amiga de mimbre que va viajando por las casas de los diferentes compañeros y compañeras de la clase. Cada uno irá compartiendo con todos los demás algún alimento,normalmente propio de la época en la que estemos. Nuestra cesta nos la ha traído Asier, que ha sido muy generoso pretándonosla para el proyecto. El día que la trajo, en la asamblea, muchos de los peques comenzaron ya a dar ideas sobre lo que querían llevar: "Yo traigo manzanas de mi campo" dijo Juan; "Yo traigo helados" decía Alba; "Yo quiero traer zumo y coquinas" decía Manuel y Pablo optaba por "Tortillita de patatas"... Allí lo dejé apuntado para que no se nos olvidara, porque luego no vale repetir.

Como estamos en Otoño pensé que empezar por las manzanas era muy buena idea así que Juan fue el primero en llevarse la cesta a casa y el jueves la trajo llena de manzanas y naranjas. En la asamblea estuvimos tocándolas, oléndolas y hablamos de ellas: la naranja es redonda, de color naranja (¡Cómo mola eso de que se llame igual que su color!) y tiene la piel rugosa. La manzana no es tan redonda, además había de varios colores (rojas, amarillas y verdecillas) y su piel es lisa. Las dos son frutas porque no las hace nadie con sus manos sino que salen de árboles de frutas: el naranjo y el manzano.

Luego, en los rincones comenzamos nuestro libro personal de la Cesta Viajera: un diario gastronómico en el que apuntamos el nombre de la fruta y si nos gustó o no (para empezar... porque cuando estos peques cojan carrerilla lo mismo escribimos un libro de cocina).

En resumen, nos encantaron las manzanas pero las naranjas estaban un poco ácidas y tuvieron una aceptación desigual. De todos modos TODOS QUISIERON REPETIR! porque estamos descubriendo las cosas tan ricas hay en la despensa de los amigos y las amigas de la clase y que la comida ¡También puede ser una GRAN AVENTURA!