SOBRE MÍ

Me llamo Maria Ángeles Vidal López (MariÁn para los amigos y para mis peques). Soy maestra vocacional, empecé a estudiar Educación Primaria a los 30 años (con dos hijos ya en el mundo), llena de dudas sobre mis capacidades pero en seguida me di cuenta de que eso era lo que quería hacer el resto de mi vida: trabajar en la Educación. Mis calificaciones eran brillantes y tenía tanto interés que ya el segundo año de carrera comencé a colaborar en el Departamento de Educación como alumna interna y en la organización de diferentes jornadas y eventos. Ana Sánchez y Antonio Romero, mis dos mentores en aquellos años, me descubrieron un modelo de Educación del que quedé totalmente enamorada: hacer a los niños y niñas protagonistas de su aprendizaje y centros del hecho educativo. Aceptar sus peculiaridades y partir de ellas para impulsar su aprendizaje. 

Tengo que decir en este punto que yo había sufrido fracaso escolar y nunca fui una alumna brillante (de acuerdo a los criterios educativos de la época). Me hicieron repetir 3º de EGB por mi caligrafía y porque decían que no entendía las normas, lo que no contaban era que me tenían marginada en una esquina sin contacto con mis compañeras (amén de otras humillaciones) lo que acabó llenándome de resentimiento hacia la escuela. Me llevó mucho tiempo superar aquellas experiencias y cuando empecé a sacar Matrículas de Honor en la carrera mi deseo más profundo era volver a aquel colegio para pasarle mis calificaciones por las narices a aquellas profesoras de 3º. Descubrir un nuevo modelo educativo fue como curar a la niña que fui: ella (yo) hubiera sido feliz en otro tipo de escuela, uno en el que se hubiera dado menos importancia a la caligrafía y más al momento personal que yo estaba pasando en aquellos años.

En 3º de Carrera empecé a participar también en el Proyecto de Innovación de la Universidad de Huelva "La Ciudad del ArcoIris", una ciudad para niños y niñas de Educación Infantil (principalmente) en el que se reproducen los lugares más importantes de una ciudad y se desempeñan diferentes roles desde una perspectiva didáctica constructivista y globalizadora. Allí aprendí muchísimo sobre lo que era la práctica educativa innovadora, los recursos, las actividades y el aprovechamiento de situaciones cotidianas en contextos de aprendizaje. Podéis saber más sobre este proyecto en su web http://www.uhu.es/arcoiris/. y aquí podéis leer un artículo sobre el tema http://www.quadernsdigitals.net/index.php?accionMenu=hemeroteca.VisualizaArticuloIU.visualiza&articulo_id=9530

Aquel año también realicé las prácticas de Magisterio en el CEIP Giner de los Ríos, un antiguo "centro de la Reforma" que aún trabajaba sin libros de texto en muchos niveles. Tuve la suerte de compartir una clase de 3º de Primaria con Baudelio, un maestro lleno de iniciativa que me dio luz verde para todas mis ideas. Allí empecé a realizar materiales didácticos: diseñé un proyecto didáctico sobre Huelva, duraba 3 meses y globalizaba todas las asignaturas, actualizando antiguos materiales y proponiendo un modelo de trabajo basado en la investigación de las distintas facetas de nuestra ciudad (historia, geografía, transportes, entidades, etc.). 

Terminé Magisterio con diversos premios por mis calificaciones, entre ellos destacar el premio CEPSA al mejor expediente de la Facultad de Educación y el premio Huelva-Junta, por tener el mejor expediente de la Universidad de Huelva. Por entonces yo no entendía cómo había conseguido esos premios; para mí el mayor mérito era simultanear mi maternidad con las clases y colaboraciones.

En los tres años siguientes simultaneé la Licenciatura de Psicopedagogía con las oposiciones de Educación Infantil y el trabajo de becaria, primero en la Dirección de Formación del Profesorado de la Universidad de Huelva y posteriormente (cuando salió la plaza) en el proyecto Ciudad del Arco Iris, donde continuaba colaborando de manera desinteresada. Durante esos años también empecé a hacer publicaciones sobre esta experiencia y participé como ponente en varias jornadas de Educación Infantil.

Finalmente en el año 2005 aprobé las oposiciones. Durante los dos primeros años estuve provisional en dos centros con sendas clases de 5 años con un método editorial ya establecido y que llegué a aborrecer. Paralelamente a éste yo seguía haciendo materiales y enamorándome planamente de mi trabajo como maestra. Terminé Psicopedagogía y aunque me habían insistido en hacer el Doctorado ya entonces comenzaba a resentirme físicamente  del esfuerzo de los años anteriores. No sé si fue esta la única causa pero la cuestión es que en el año 2007 me diagnosticaron un linfoma folicular, un cáncer en el sistema linfático, justo el año en que comenzaba una aventura didáctica en un centro nuevo de Aljaraque al que llegué junto con mi querida amiga Sonia por una comisión pedagógica. Al mismo tiempo mi hijo mayor comenzó a convulsionar y le diagnosticaron una epilepsia y el Síndrome de Asperger (después de años de psicólogos para saber qué le pasaba fue casi un descanso).

Aquel fue un curso muy duro. Estaba de baja pero seguía colaborando con mi sustituta y mis compañeras en la programación y elaborando los materiales del aula. Mientras tanto mi cuerpo se recuperaba de la enfermedad con un tratamiento de quimio. La convalecencia me sirvió para poner en marcha un proyecto de Colaboración con Familias en la pintura de Murales en los patios del centro (la pintura es una de mis aficiones artísticas).

Para mí la enfermedad fue un renacer. Me di cuenta de que no servía de nada estar dándolo todo en la escuela si no me cuidaba a mí misma. A partir de ahí y como parte de mi recuperación fui cambiando muchos hábitos, empecé a disfrutar plenamente de la vida y comprendí que todo ello no era incompatible con el Magisterio sino al contrario: mientras más me cuidaba, más contenta estaba conmigo misma y mejor trabajaba como maestra. 

Así comenzó mi etapa de "reencuentro". Hice terapias y un Máster en Autoconocimiento, Sexualidad y Relaciones Humanas en Terapia de Reencuentro que cambiaron mucho mi forma de entenderme a mí y al mundo. Paulatinamente lo que iba descubriendo se iba notando en la clase porque ya se sabe que los peques "no aprenden lo que les enseñamos: nos aprenden a nosotros". También me introduje en la práctica del yoga, disciplina que me ayuda básicamente a "saber estar", "saber escuchar" y "saber sentir".

Otros aspectos en los que cambié mi vida fue en empezar a cuidarme, a hacer deportes como el ciclismo y la natación, disfrutar aún más de los paseos y a través de ello encontrarme con la naturaleza que es donde siento mayor paz y armonía, Y esto me acerca más a mis amigas, a mi familia y a mis hijos.

En ese proceso llegué a Punta Umbría, con una comisión de servicio, donde he pasado dos años estupendos aprendiendo mucho de mis compañeras y sobre todo de mis nenes. Ellos, aunque pequeños, no han olvidado que lo más importante de la vida es "Ser Felices" y a mi me lo recuerdan cada día y me dan energía y ganas de vivir.

Ahora me voy a "El Faro" de Mazagón... con dolor por despedirme de mi clase que esperaba poder guiar también este año, pero bueno, estoy segura de que me esperan muchas sorpresas en mi nuevo destino. 

Lo mejor de todos estos años, además de los abrazos de mis alumnos y alumnas, ha sido sin duda el encontrarme con personas estupendas en cada centro que he ido; muchas de ellas son aún hoy grandes amigas, de éstas que llevas siempre en el corazón; para mí ése es una de los mayores tesoros de mi trabajo.

Hace unos años, casi a ciegas, inicié este blog sobre educación y práctica docente. Nunca le echaba demasiado tiempo porque la verdad es que llevar una clase por proyectos tiene mucho trabajo, pero este verano me decidí a ir sacando poco a poco los montones de material que guardo en mi disco duro. Es mi pequeña aportación a mis compañeros y compañeras de profesión, a papás y mamás y a quien tenga a su cargo a un peque con ganas de aprender.

Estos materiales los he hecho con programas muy básicos como el Power Point y el Paint, usando imágenes de Internet de distintas fuentes (aunque de vez en cuando aparecen dibujos míos). Pueden aplicarse de muchas maneras y en realidad no puedo sentirme su única autora sino que, de algún modo, soy la canalizadora del buenhacer educativo que he ido recogiendo en mi paso por las escuelas y de esas compañeras magníficas que compartieron conmigo su saber. Luego es cierto que a mí me gusta "exprimir" muy bien todo, pero el mérito es de la comunidad docente y de ese acervo maravilloso de saber que se sostiene en cada práctica de manera silenciosa.

Para ellos mi agradecimiento más sincero. Vivimos en tiempos complejos y a menudo sentimos que  la mayoría de la población mira con indiferencia el trabajo de las maestritas de Educación Infantil, sin embargo nadie como nosotras (utilizo el femenino corporativo porque somos mayoría) conoce el milagro que ocurre cada día en nuestras clases, el modo en que nuestros peques van despertando al mundo que les rodea: es un privilegio y una responsabilidad inmensa. 

Os invito a todos y todas, maestros, maestras, familias, curiosos y curiosas... a acercaros para mirar por esta lupa lo que acontece en mi aventura diminuta.
                                                    Agosto 2012

Septiembre de 2013
¡Qué pena volver a decir adiós a mis peques de la clase de los Globos! ¡Cuántas cosas bonitas vivimos! Pero la Delegación manda y poco podemos hacer con los destinos.
Este año me han dado un nuevo destino, ahora definitivo, en el Marismas del Tinto de San Juan del Puerto. En este centro había vivido muy buenas experiencias y aprendido mucho porque estuve de apoyo que como sabréis es l a mejor posición para observar diferentes estilos docentes y coger ideas. 
Por motivos de salud hice la petición de que se me diera un nivel diferente a 3 años (¡Sí! Era el tercer año que me tocaba lo mismo y me estaba resintiendo mucho físicamente) y finalmente me han concedido pasar este curso haciendo el Apoyo en Primaria. 
Por una parte echo mucho de menos el trabajo del ciclo de Educación Infantil, por otro creo que en determinados momentos hay que parar y escuchar el cuerpo y cuando éste se resiente mejor hacer algo al respecto antes de que sea demasiado tarde (yo ya en eso tengo experiencia y no fue agradable). De modo que este año me lo planteo como una experiencia diferente, una oportunidad de conocer otra etapa, de desarrollarme como psicopedagoga y maestra de Primaria, que al fin y al cabo fue mi especialidad y creo que puede ser muy bueno para mi propia formación como profesional.... pero echo de menos estar en Infantil...   en fin... es solo un curso y el año que viene, en principio si va todo bien, volvería a mi etapa.
Con respecto al blog en principio tengo muchos materiales y experiencias que aún no he sacado, por una parte. Por otra estoy segura que en Primaria van a empezar a surgir ideas y buenas experiencias y está bien abrirme a todo ello. Pero por otra parte también pienso que es una buena oportunidad para dejar a otras compañeras y compañeros participar en esta aventura. Siempre he estado abierta a ello aunque nunca me he puesto seriamente a buscar a otros pero entiendo este espacio como una zona de desarrollo, comunicación y aprendizaje pero no solo mío sino de la comunidad docente. Todo llegará.


Septiembre de 2015

Tras dos años explorando la Primaria vuelvo a mi ciclo de Infantil. Son muchas las razones, personales y profesionales, pero no voy a entrar en ellas.

Vuelvo porque quiero, porque lo elijo, porque me gusta y me siento bien con mis peques, me siento más yo.

Así que en breve continuaré con mis entradas... La vida sigue y la escuela está más viva que nunca.

MariÁn

Junio 2018

Después de tres años con mis dragones, es hora de dejarlos ir. Ha sido una experiencia preciosa poder acompañarles durante esta etapa de su vida. Hemos aprendido mucho juntos.
Me despido de ellos y preparo los bártulos para acometer un proyecto que durante años he deseado llevar a cabo: la escuela rural. He decidido irme a trabajar a la sierra de Huelva; un lugar privilegiado donde seguir aprendiendo, no sólo en la escuela sino también en mi propia vida. En verano sabré mi destino. ¡Qué ganas!

Julio 2020

¡Cómo pasa el tiempo y que abandonadito he tenido el blog! Pero la vida manda. Llevo dos años en Fuenteheridos, en una escuela rural, aprendiendo, compartiendo, disfrutando tanto de las posibilidades que da este entorno, como de la diversidad de las aulas, de los compañeros (especialmente de Cefe, con el que puedo aprender tantas cosas) y de la vida "pegadita a ras de suelo" que me da la naturaleza que me rodea. Creo que después de dos años voy transformándome, como si echara raíces hacia dentro, como si floreciera... y eso implica mucho movimiento interno, de ideas, de clichés, de estructuras personales y por supuesto profesionales, que van poniéndose en duda o reafirmándose.

Este último curso ha sido especialmente "agitador" debido a dos causas: por un lado mi compi y yo decidimos unificar grupos y trabajar con los tres niveles de infantil juntos, lo que ha sido una experiencia fantástica que me ha ayudado a descubrir lo sano y transformador que es el trabajo con grupo heterogéneos de niños, como se ayudan y aprenden unos de otros. La segunda razón ha sido la pandemia y el consecuente confinamiento, que nos ha obligado a replantearnos tanto nuestros objetivos y funciones como docentes, como el qué y el cómo trabajar desde casa. En este sentido mi ciclo, marcado por la diáspora de estar en una ADERSA (Asociación de Escuelas Rurales de la Sierra de Aracena), en la que hay cuatro municipios a los que atender, se ha unido como nunca y hemos aprendido a responder juntos a estos retos, conociéndonos, apoyándonos, sintiéndonos parte de un equipo. Ha sido en ese sentido una gran experiencia.

Con mi grupo del curso pasado y mi amiga y compañera Sandra.

Mi super compi Cefe/Chispo